"Tener amor a la responsabilidad, y decisión para resolver"
Art. IX del Decálogo del Cadete de la Academia General Militar
Tomás conoció la Guardia Civil a través de su padre, que se unió al Cuerpo al finalizar la Guerra Civil. Con él, descubrió lo que implica la vida del Guardia Civil, tanto en las Casas Cuartel, como prestando Servicio. De él heredó esa vocación de servicio que le acompañó a lo largo de su vida, y que en forma de su legado transmitió a los que le hemos sucedido, dando así inicio a una historia familiar que a día de hoy continua. Los que seguimos sus pasos cargamos con la responsabilidad de mantener su legado.
Los que tuvieron la suerte de tenerle cerca sabrán que quizás es lo que mejor le definía como persona. Un hombre leal en todos los sentidos. Leal con su familia, leal con sus amigos, leal con sus compañeros, leal con sus subordinados, e incluso, aunque parezca mentira, leal con aquellos que quisieron ver en él un enemigo, y no la máxima expresión de la lealtad. Esa lealtad es la que le hizo granjearse el respeto y el cariño de quienes compartimos su vida. Siempre serás recordado, y siempre tendrás un sitio en el corazón de todos los que pasaron a tu lado.
De todos es sabido que “el honor es la principal divisa del Guardia Civil”, tal y como dijo el Duque de Ahumada. En el caso de Tomás era algo más que eso, era una forma de vida, una manera de entender todo lo que hacía y le rodeaba. En unos tiempos tan faltos de hombres de honor, él fue una luz que siempre guió nuestros pasos por el camino del honor. En ese código de honor educó a sus hijos, y día tras día tratamos de mantenerlo, porque como bien sabía él, el honor una vez perdido no se recupera jamás.
Fuerza y Honor rezaban las últimas palabras que te dedicamos en tu adiós, y con ellas seguiremos tu camino.
No siempre reconocido a simple vista, a lo largo de su vida tuvo que hacer frente a multitud de situaciones que le requirieron un extraordinario valor, tanto en lo personal, como en lo profesional. Siempre tuvo el valor de alzarse contra lo que creía injusto, y alzarse contra la bajeza que en alguna ocasión le merodeó. Tuvo el valor de enfrentarse al dolor y la tragedia por la muerte de compañeros y amigos, pero sobre todo, tuvo el valor de vivir la vida conforme a sus principios, y nunca apartarse de ellos. Esa es quizás la mayor muestra de valor que nos ha dejado.
Tomas Lorenzana González
† 08-12-2019
D.E.P.